La confesión, publicada en el ‘Diario.es’, detalla, por primera vez, el papel de Francisco Correa en la presunta financiación irregular del Partido Popular.

El supuesto cabecilla de la Gürtel habría recaudado las mordidas de empresarios, una parte para él y el resto para Luis Bárcenas con unas comisiones, en torno al 3%, a cambio de adjudicaciones.

El escrito no habla de ningún popular en concreto por encima del extesorero pero apunta a Bárcenas como jefe de todo.

El PP ha marcado distancias desde el minuto uno. El vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, ha dicho que “estas personas no forman parte del partido y tendrán que responder de sus posibles delitos como personas individuales alejadas de unas siglas que no pueden seguir manchando”.

Desde el Gobierno, se sugería que con esta posible confesión, Correa estaría buscando reducir su pena. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha advertido de que “en la medida en que te atribuyes una condición meramente instrumental, y no decisoria, intentas diluir tu responsabilidad para conseguir una meno condena”.

En el escrito que atribuye a Correa, se cuenta cómo el negocio se le acaba en Génova con la marcha Aznar y que por eso sigue en Valencia donde Álvaro Pérez, el Bigotes, tendría influencia sobre Francisco Camps. Tras publicarse la confesión, el abogado de Correa desmentía que su cliente haya firmado nada. Es la primera vez que Correa, directamente, desmiente una publicación sobre él.

Y puestos a decir que todo es mentira, también, el principal señalado. Los abogados de Bárcenas negaban, en un comunicado, que la confesión tenga la más mínima veracidad.