En campaña hay candidatos que no se van de un mitin sin haber aprendido algo nuevo. Después del de Olías del Rey, en Toledo, Cospedal ya sabe qué es que te hagan una cobra. Ella camina decidida a besar a un joven que sin embargo prefiere que corra el aire.

Quizá es por venganza pero solo unos pocos besos después, Cospedal le hace una llave a una señora que se empeña en acariciar su cara. Consigue placarla pero en cuanto la presidenta de Castilla-La Mancha baja la guardia, la señora alcanza su objetivo. 

Mientras, Pedro Sánchez ha aprovechado para atender el compromiso que cerró el sábado en laSexta noche con Andrés García. Dicho y hecho. Le ha debido quedar poco tiempo a Sánchez para preparar su vídeoconferencia con los jóvenes españoles exiliados. Al final no daba una. 

Para líos el del candidato de Ciudadanos en Navalcarnero. Al menos el que tenía hace un año cuando publicó este tuit: "Tenía pensado votar a UPyD pero viendo el verdadero rostro de Rosa Díez volveré a votar al Partido Popular".

Sobre si solo los jóvenes deben liderar la regeneración, Manuel Carmena ha explicado que son ellos precisamente quienes le han pedido que se presente.

La juez sigue siendo diana de los dardos de Aguirre, que dispara también contra Iglesias el mismo día que eldiario.es publica que el PP tuvo a su compañera de ticket, Cristina Cifuentes, trabajando a tiempo completo sin darla de alta. 

Pero pocas imágenes de campaña rayan tan alto como la de Monago haciendo spinning. Hay quien parece creer que el sentido del ridículo no da votos.