Un agente de Policía Nacional de 53 años ha sido condenado a nueve meses de prisión y a indemnizar con 13.300 euros a su compañera de trabajo por abusos sexuales. Según recoge Efe, el condenado vertió una droga, lorazepam, en el café de la víctima en dos ocasiones diferentes. La sustancia provocó que la víctima se quedase dormida, según señala la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia.
Los abusos se produjeron en dos jornadas distintas. La primera tuvo lugar en una fecha indeterminada de enero de 2020 después de que el acusado proporcionase un café a su compañera de servicio al que previamente había introducido cierta cantidad de lorazepam. Al consumir la bebida, la agente de Policía entró en un estado de somnolencia y, en ese momento, el procesado "aprovechó para desabrocharle el cinturón, bajarle la cremallera del pantalón, ver la ropa interior y tocarle un pecho" hasta que la mujer consiguió apartarle con el brazo.
El segundo de los abusos tuvo lugar durante un turno de vigilancia en la puerta de entrada del Hospital General de Alicante, en el marco de la pandemia sanitaria del COVID-19. Concretamente la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020. El acusado también suministró un café a su compañera con la misma sustancia, lo que hizo que la víctima se quedara dormida en el periodo comprendido entre las 22:45 y las 5:00 horas en el vehículo policial.
en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020 cuando ambos compartían el turno de vigilancia en la puerta de entrada del hospital de campaña instalado. El acusado también suministró un café a su compañera con la misma sustancia (lorazepam), lo que hizo que la víctima se quedara dormida en el periodo comprendido entre las 22:45 y las 5:00 horas en el vehículo policial. El procesado, de nuevo, aprovechó esas horas para "desabrocharle el botón interno del ceñidor del cinturón y bajarle la cremallera del pantalón para verle las bragas", según recoge la sentencia. La resolución judicial explica que, en un registro autorizado de la taquilla del acusado realizado con posterioridad, se halló en su interior "una sustancia pulverulenta de color blanco" que resultó identificada como lorazepam.
En el informe emitido por el laboratorio se certificó que dicho medicamento provoca reacciones adversas como somnolencia, confusión, ataxia, mareos, sedación y cefalea, entre otros. El acusado reconoció los hechos en el momento del juicio, de modo que tanto su defensa como la acusación particular, ejercida por la víctima, se adhirieron a las conclusiones finales de la Fiscalía y a la pena interesada. Al margen de la pena de cárcel, que queda suspendida durante tres años, el tribunal condena al procesado al pago de las costas procesales y a indemnizar a la víctima con 13.300 euros.