El Tribunal Penal de El Cairo confirma la pena de muerte impuesta al derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi y casi un centenar de islamistas por urdir su huida de una cárcel de las afueras de El Cairo durante la revolución de 2011. Mursi ya fue condenado en abril a 20 años de cárcel por el uso de la violencia en unos disturbios en 2012.