"Puedo decirle que la orden que se dio es que se respetara al máximo todo lo que había. Vamos a investigar por si hubiera ocurrido algo", ha avanzado el presidente del Congreso, Jesús Posada, en los pasillos de la Cámara baja.
En las imágenes y fotografías tomadas después de que las goteras obligasen ayer a retrasar la sesión de control se observa cómo han desaparecido cinco tiros del techo de la tribuna de prensa, y en su lugar hay una rejilla de ventilación.
El presidente del Congreso ha recordado que durante el 23-F era gobernador civil de Huelva y por ello le gustaría que los españoles no olvidaran lo que supuso aquel intento de golpe de Estado.
"Si alguien tiene interés de que no se borre nada de ese día soy yo", ha proclamado. A la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, también se le ha preguntado por la eliminación de los disparos, sobre lo que ha afirmado que "tenemos muchas huellas" y que "lo que pasó, pasó", y ha añadido que es difícil explicarle a determinados políticos extranjeros "que no tienen ni elecciones democráticas" lo que ocurrió el 23-F.
Preguntado por las goteras que aparecieron en la tribuna de prensa del Congreso y que obligaron a posponer durante dos horas la sesión de Control al Gobierno, Posada considera que la situación se ha normalizado y que todo quedará reparado cuando se terminen las obras de rehabilitación del Palacio.
Por su parte, la secretaria tercera de la Mesa del Congreso, Teresa Cunillera, ha confirmado también que se está investigando y haciendo un informe de lo ocurrido porque la instrucción era que se mantuvieran intactos todos los impactos de bala del 23-F.