Los consejeros del CSN, de acuerdo con el orden del día del pleno, revisarán varios informes relacionados con las mejoras exigidas en 2014 para que Garoña, que permanece inactiva desde 2012, pueda volver a funcionar.
El pleno del CSN estudiará las especificaciones técnicas de funcionamiento mejoradas; la propuesta de apreciación favorable de la solicitud para mejorar la modificación de diseño sobre la independencia de los sistemas eléctricos, así como la modificación del condicionado de una resolución de 2005, por la que se autorizaba a ampliar las condiciones de uso del edificio de almacenamiento de material usado.
Además, en el pleno del 20 de enero, se revisarán las modificaciones de diseño correspondientes al aislamiento de la contención primaria y a la protección de los equipos relacionados con la seguridad frente a la caída de la cubierta del edificio de turbina tras un incendio. Los consejeros también analizarán, a solicitud del tribunal de licencias, la propuesta de cambio de vocal para esta central.
Santa María de Garoña está en situación de cese de actividad desde diciembre de 2012, aunque su permiso para producir electricidad expiraba el 6 de julio de 2013, sin que Nuclenor (participada a partes iguales por Iberdrola y Endesa) pidiera entonces una renovación de su licencia.
Sin embargo, un año más tarde, el 27 de mayo de 2014, el Consejo de Administración de Nuclenor solicitó renovar la autorización de explotación de la central hasta el 2 de marzo de 2031, hasta cumplir los 60 años de operación.
Esta petición se basó en el apartado 1 del artículo 28 del Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas, modificado mediante Real Decreto 102/2014, del 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos.