La crisis desatada en el seno Partido Popular podría cobrarse de forma inminente la cabeza de su líder, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea. Sin embargo, y más allá del estallido de tensiones alcanzado la semana pasada, la guerra interna del partido viene de lejos. Repasamos la cronologíade los hechos:

El inicio del conflicto

De acuerdo con el relato de Génova, el origen del conflicto se remontaría al pasado mes de septiembre, cuando la dirección nacional del PP recibió información de un supuesto cobro de comisiones por parte del hermano de Isabel Díaz Ayuso por un contrato sanitario suscrito con la Comunidad de Madrid.

Así lo indicó el propio García Egea el pasado jueves: según el 'número dos' del PP, el 20 de octubre se requirió a la presidenta madrileña información para descartar que hubiera delito en ese contrato, pero Ayuso les remitió a que se pusieran en contacto con Tomás Díaz Ayuso. Además, aunque se comprometió a presentar la documentación necesaria para demostrar que todo estaba en regla, no lo llegó a hacer.

El bloqueo a Egea y el Congreso del PP de Madrid

Fue por entonces cuando Ayuso bloqueó al secretario general del PP en WhatsApp, así como a otros dirigentes populares. Un movimiento que se producía, además, coincidiendo con la pugna interna por el Congreso del PP madrileño, que Ayuso pedía celebrar antes y Génova no tenía tanta prisa en convocar.

La propia Ayuso reconocía a principios de noviembre la existencia de "tiranteces" con García Egea por "los tiempos" establecidos para elegir al nuevo líder del PP de Madrid, puesto al que la dirigente popular pretendía postularse. La opción favorita de Génova, sin embargo, era el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

El presunto espionaje a Ayuso y la guerra abierta

La cuestión del Congreso del PP madrileño venía generando roces entre Génova y Sol, pero la tensión finalmente estallaba la semana pasada, tras el 'alto el fuego' con motivo de la campaña electoral en Castilla y León, donde Ayuso tuvo un papel protagonista.

El pasado jueves, salía a la luz un presunto espionaje orquestado por Génova para investigar si, efectivamente, el hermano de Ayuso había percibido una comisión ilegal. La presidenta madrileña señaló directamente a la dirección nacional -a la que acusó de actuar de modo "cruel e injusto"- y Egea negó que el PP hubiera contactado con ninguna agencia de detectives para investigar al entorno de Ayuso. Además, anunció la apertura de un expediente informativo a la dirigente madrileña.

Ese mismo día, la guerra abierta entre Ayuso y Casado se cobraba su primera víctima: Ángel Carromero, próximo a Martínez-Almeida, dejaba su cargo en la Alcaldía de Madrid. Tan solo unas horas antes, el propio alcalde había negado que la Empresa Municipal de la Vivienda tuviera nada que ver con el supuesto espionaje.

El viernes, Ayuso publicó un comunicado oficial en el que confirmaba que su hermano había recibido un pago de más de 55.000 euros como "contraprestación" por sus gestiones para traer a Madrid las mascarillas adquiridas por el Ejecutivo regional. Negó que se tratara de una comisión, aunque sí reconocía su existencia poco antes en una entrevista radiofónica.

Solo un día más tarde, Génova reculaba, dando por buenas las explicaciones de Ayuso y cerrando el expediente informativo contra ella.

La caída en desgracia de Casado y Egea

Sin embargo, el cierre del expediente no ha sido el final de la crisis, ni mucho menos. En las últimas horas, los acontecimientos se han precipitado, con una creciente presión de los 'barones' del PP sobre Casado, que el lunes estuvo reunido durante horas con el Comité de Dirección del partido: varios de sus miembros más cercanos le exigían celebrar un Congreso Nacional e incluso amenazaban con dimitir.

Casado convocó a la Junta Directiva Nacional, una cita que iba a tener lugar el próximo lunes, pero que finalmente ha sido trasladada al próximo martes con la convocatoria de un Congreso Extraordinario en el orden del día, tal y como exigían Andrea Levy, Javier Maroto, Ana Pastor o Cuca Gamarra. La cita se ha movido, además, después de que el presidente andaluz, Juanma Moreno, expresara su malestar con la fecha elegida inicialmente, que coincidía con el Día de Andalucía y no le hubiera permitido asistir.

Este martes, la dirección del Grupo Parlamentario Popular exigía la dimisión de García Egea y reclamaba ese Congreso Extraordinario -que al ser urgente se celebraría en un mes-, en una jornada que también se ha saldado con la dimisión de Martínez-Almeida como portavoz nacional del PP.

Lo cierto es que Casado se ha ido quedando solo y su salida parece inminente, así como la de su 'número dos', mientras el nombre del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, suena ya como próximo líder nacional de la formación.

Sin embargo, en principio el todavía presidente del PP tiene previsto reunirse mañana con los líderes regionales del partido -un encuentro al que Ayuso no está convocada- y acudir a la sesión de control en el Congreso, mientras apura las que pueden ser sus últimas horas en Génova 13.

Entretanto, Anticorrupciónha abierto una investigación sobre el contrato vinculado al hermano de la presidenta madrileña, una cuestión que ha pasado a un segundo plano en el PP, en plena debacle de su líder.

Crónica de una guerra anunciada

laSexta Columna repasaba en su último programa algunos de los principales hitos del enfrentamiento entre Génova y Sol, tal y como puedes ver en este vídeo:

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