Lo ha repetido una y otra vez: Podemos está dispuesto a ceder. Hasta los apuntes que Pablo Iglesias llevaba anotados en su libreta reflejan el nivel de su disposición. En el cuaderno del líder de la formación morada aparecían escritas, al detalle, las cesiones que se harían al PSOE para facilitar un Gobierno de cambio.
Lo primero y más destacado: reducir el déficit a un ritmo mayor del que habían señalado en su programa. Aceptan, además, una reforma fiscal menos redistributiva de lo que les gustaría, e incrementar el gasto público en 60.000 millones, y en no 90.000 millones planeados. Esto es, un recorte importante.
Podemos cede también con la reforma laboral. Ahora derogarían solo la última, la del PP, dejando vigente la que aprobó el PSOE con Zapatero. En total, cuatro puntos clave que suponen un profundo giro en la postura de Podemos, aunque Iglesias asegura que en la reunión no se trataron esos temas.
"De alguna manera quedarán pospuestos a cuando trabajemos los equipos negociadores", ha señalado en Al Rojo Vivo el dirigente de Podemos, aunque defiende que nadie puede decirles que no ceden.
Un paso que ha sido bastante criticado. "Es de artista renunciar a algo que no se tiene", ha señalado la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Similares declaraciones han realizado desde Ciudadanos. En palabras de Albert Rivera, Podemos "es un partido demoscópico, que actúa en función de las encuestas".