A tirones y armados con gas disuasorio, así ha intentado la Guardia Civil bajar de la valla de Melilla a un grupo de inmigrantes. Ellos han respondido con violencia, y han acabado tirando a uno de los agentes. Le consiguen quitar la porra, y ahora son los inmigrantes los que agreden a la Policía.

Llevaban horas encaramados a la valla. Son parte los 500 inmigrantes que a primera hora de esta mañana saltaban la valla para llegar a nuestro país. Intentaban escapar de los agentes agarrados a los alambres y subidos a la farolas, pero sólo 150 de ellos han podido cumplir su sueño.

Horas después se producía un segundo salto. Con menos suerte, cientos de inmigrantes se quedaban en la frontera de Marruecos, en esta ocasión ninguno ha logrado saltar. Ellos se han quedado a las puertas de Europa.