Cada camión cargado de basura que entra en algunos vertederos de Alicante convierte en más rico al cabecilla de la trama Brugal, Enrique Ortiz. Lo hace con el visto bueno del Ayuntamiento de la imputada popular Sonia Castedo.

En palabras del concejal por IU-EU en Alicante, Miguel Ángel Pavón, "tienen ahí un negocio impresionante y nosotros apostamos porque acabe, resacatando esta contrata de manos privadas". 

El basurero de Fontcalent se ha convertido en un lucrativo negocio que enriquece a Ortiz tonelada a tonelada para desesperación de los vecinos.  Según expresa Miguel Ibáñez, presidente de la asociación 'Amigos de Fontcalent' "cada vez traen más basura aquí, priman el dinero por encima de nuestra salud". 

Se trata de mucho dinero, en total una tarifa plana de 31 millones de euros que el Consistorio paga cada año las empresas de Ortiz por procesar basura.

El trato sólo contemplaba tres turnos diurnos de trabajo, hoy insuficientes, porque Fontcalent además de recibir la basura de Alicante, procesa también la de otras localidades, algo que puede desembocar en la implementación de un nuevo turno y tres millones más para Ortiz y los suyos.

El Ayuntamiento también se beneficia porque un porcentaje del coste de procesar basura forastera se descuenta de los 31 millones que paga, un negocio redondo para empresarios, consistorio y pájaros y un tormento para los ciudadanos.