La derecha ha vuelto este domingo a la plaza de Colón, un enclave ya paradigmático de la oposición a Pedro Sánchez, para manifestarse en contra de los indultos a los líderes catalanes del procés. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en 2019, cuando PP, Cs y Vox posaron juntos en la conocida como foto de Colón contra el Gobierno liderado por el socialista en una manifestación multitudinaria, ahora ni ha habido foto, ni ha habido tanta movilización.
A la convocatoria de Unión 78, la plataforma cívica fundada por la exlíder de UPyD reconvertida en azote de Sánchez, Rosa Díez, han acudido desde primera hora miles de personas. Sin embargo, las comparaciones son odiosas y se han manifestado mucha menos gente que en Colón I. Según la delegación de Gobierno, la primera estimación de asistencia es que 25.000 ciudadanos han acudido a manifestarse. La Policía Municipal aumenta la cifra a 126.000. Los convocantes han declinado dar cifras de asistencia.
Casi por delante de los indultos y del inflamado discurso de Díez, la no foto de Colón ha sido la protagonista. Ninguno la quería, pero todos la mentaban en sus declaraciones, como justificándose por tomársela y a la vez por no posar.
"Es muy importante que en un día como hoy todos los españoles estemos juntos en esta Plaza de Colón, a la que volvemos esta vez sin miedo ni vergüenza a ningún tipo de foto", ha dicho el líder de Vox, Santiago Abascal, en declaraciones a la prensa desde la propia plaza.
Sánchez, ha dicho el político de extrema derecha, va a permanecer en el poder "menos de lo que él cree", ya que la foto que avergüenza a los españoles es la del Gobierno "sostenido en el poder" por "el comunismo totalitario, el separatismo golpista y los terroristas".
Abascal, acompañado de otros destacados dirigentes de su formación como Iván Espinosa de los Monteros, Macarena Olona o Rocío Monasterio, ha sido el único de los tres políticos nacionales en el punto de mira que ha dado declaraciones en el mismo lugar donde cerraron la campaña de las elecciones madrileñas.
Casado, tras ser abucheado: "Que Sánchez nos mire a la cara"
Desde el PP, por su parte, han apostado por declarar desde su todavía sede en Génova, 13, muy cerca del epicentro de la concentración. Al presidente nacional, Pablo Casado, le han acompañado el alcalde de Madrid y la presidenta en funciones de la Comunidad, José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso, únicos barones territoriales que no han argumentado motivos personales o de agenda para ausentarse.
Casado se ha visto arrastrado a esta convocatoria, después de unos titubeos iniciales a la hora de confirmar o no la presencia del partido, y con el temor de la acusación de "derechita cobarde" por parte de Vox. No ha sido una jornada cómoda para el presidente popular. No solo ha recibido un jarro de agua fría en terreno amigo, la puerta de la sede nacional, mientras daba declaraciones a la prensa. También cuando han llegado a las cercanías de la Plaza de Colón, aunque no han llegado a entrar por causas de aforo, han indicado.
Casado ha declarado justo después de Ayuso y aquí también las comparaciones han sido odiosas. Mientras que la líder madrileña ha sido jaleada por los seguidores presentes, Casado ha sido abucheado en cuanto se ha acercado al micrófono. "Pablo Casado nos has abandonado", le han recriminado.
Con cara de circunstancias, arropado por el aplauso de los dirigentes a su alrededor y después del mal trago, Casado ha pedido a Sánchez que "respete la unidad nacional, la Constitución que ha prometido defender y que defienda la igualdad de los españoles y la justicia". Igualmente, ha reclamado que no "venda" al país por "un puñado de votos" y que "mire a la cara a los españoles y les explique por qué les quiere robar una parte de su nación".
Ayuso, a Sánchez: "¿Va a hacer cómplice al rey?"
Almeida y Ayuso, por su parte, han reivindicado la "dignidad" de la foto de hoy, con la que quieren "mostrar nuestro absoluto rechazo a lo que está sucediendo en España", ha dicho Ayuso.
La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, reforzada como icono en la derecha tras su resultado electoral del mes pasado, ha recibido los aplausos y los gritos de "presidenta" de quienes esperaban a las puertas de Génova. Envalentonada, Ayuso ha sacado el discurso que tan bien le funcionó durante la campaña electoral con Sánchez como objetivo principal... pero la monarquía como víctima colateral. Ayuso ha sacado al rey a la palestra, asegurando que el presidente pone al monarca en una posición delicada: "¿Va a firmar esos indultos? ¿Lo va a hacer cómplice?", se ha preguntado, ignorando -o no- que el rey no puede elegir las leyes que sanciona.
"Desde la Comunidad de Madrid vamos a estar siempre del lado de la Constitución, del rey, de la soberanía de España. Nuestra presencia institucional no se hace en contra de, si no a favor de España", ha subrayado.
Arrimadas pide a Sánchez que cumpla sus promesas
La situación más delicada, desde luego, es la de la presidenta de Ciudadanos. La formación de Inés Arrimadas fue la que más sufrió la conocida foto de Colón y quienes menos han querido que se repita.
"Sánchez se presentó a las elecciones diciendo que no iba a indultarlos", ha dicho la líder naranja, que ha pedido al jefe del Ejecutivo que "cumpla su promesa".
"Estamos aquí diciendo sí a la justicia, sí a la democracia, sí a la convivencia, sí al conjunto de España y no a los indultos", ha subrayado.
Rosa Díez: "Sánchez vende a España para dormir en La Moncloa"
La líder de Unión 78, Rosa Díez, ha utilizado el escenario principal para atacar al Gobierno, al que no solo ha acusado de pretender "romper España", sino que lo ha tildado de "excluyente, sectario, peligroso, inepto y parasitario".
Díez ha acusado a Pedro Sánchez de vender al país para "dormir dos años más en La Moncloa" durante la lectura del manifiesto principal de la convocatoria.
"No vamos a permitir que nuestras libertades, nuestra nación, se entregue como pago a delincuentes para que Sánchez pueda dormir dos años más en La Moncloa", ha insistido.
Díez, que ha asegurado que la "inmensa mayoría de los españoles de bien" han acudido a la llamada de su organización, ha explicado que la reunión ha tenido lugar para mostrar "alto y claro nuestro radical rechazo a la concesión de indultos a los condenados de sedición y malversación en Cataluña".
La fundadora de UPyD y excandidata a liderar el PSOE ha señalado que el objeto de los indultos y de los independentistas es "romper España y derogar, de facto, la Constitución del 78, el marco que garantiza la igualdad de todos los españoles ante la ley".
"No vamos a callar ante los autoindultos de un presidente que, asociado con los grandes delincuentes traiciona, sus obligaciones institucionales", ha subrayado.
En este sentido, Díez ha insistido que el presidente del Gobierno "ha puesto la justicia en venta", algo que "los españoles de bien no vamos a consentir". "Un Gobierno que insulta a más de medio país tachándolo de ultraderecha no es un Gobierno para todos, es un poder excluyente, sectario y peligroso", ha dicho la convocante, que después ha señalado que el Ejecutivo es "inepto, parasitario y sectario".
Díez ha subrayado que esta ha sido la primera convocatoria de muchas y ha mandado un mensaje a Sánchez: "Los españoles no permitiremos que nos roben ni el dinero público, ni la nación común, ni los derechos de ciudadanía".
Los indultos: la patata caliente del Gobierno
Desde hace semanas, los indultos se han convertido en la verdadera patata caliente del Ejecutivo. Si bien el artículo de Junqueras publicado en laSexta facilitó la toma de la decisión, desde el Gobierno saben que no es un hito fácil de explicar.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha sido la más explícita al hablar de la aprobación de estos indultos en una entrevista publicada este mismo domingo en La Vanguardia. Ha señalado que están "cerca" y que "llegarán pronto" a la mesa del Consejo de Ministros. Hasta ahora, el presidente y los ministros habían sido menos contundentes a la hora de defender la medida de gracia.
Desde el PSOE, el más contundente en mostrarse este mismo domingo en contra de la concentración en Colón ha sido Salvador Illa, el líder del PSC en el Parlament. El exministro de Sanidad ha considerado un "error político grave", porque supone "dar aire a enfrentamientos territoriales y posturas que van siempre en contra y que no proponen nada positivo".
Para el dirigente socialista, los indultos contribuirán a "abrir un nuevo tiempo" tras diez años en los que esta comunidad "no ha progresado desde el punto de vista económico ni institucional ni de convivencia", lo que obedece a un "fracaso colectivo en que el "todos" tienen responsabilidad.
En un tweet, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha apuntado que "la patria es la convivencia democrática, las miradas y el pueblo que abraza".
Rufián: "Es una narcosala de la ultraderecha"
Desde el independentismo, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, se ha referido a la manifestación en Colón como "una especie de narcosala de la ultraderecha donde se va a repartir metadona de la mala para esta gente".
"Va a acabar siendo una manifestación de Vox, que es como el gamberro de la clase, que lo que hace es que el resto le sigue".
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tirado de ironía mediante Twitter: "Domingo de buen tiempo y de volver a decirlo bien alto, a pesar de que rabien el fascismo y la derecha rancia: amnistía, autodeterminación e independencia. Sin miedo y con toda la convicción".