Así terminó la protesta contra el desalojo y derribo del centro social Can Vies. A las 8 de la tarde en la plaza de Sants, medio centenar de encapuchados se dispersaba entre los manifestantes, lanzando botellas y objetos contra los mossos y la prensa. Hubo contenedores ardiendo y hasta una unidad móvil de TV3.
Todo empezó poco después del mediodía. Una orden judicial permitía a los mossos desalojar el símbolo okupa de Can Vies. Sus 12 ocupantes se atrincheraban como podían al edificio. Tres puntos de resistencia. Uno en la azotea y dos en el interior, con algunos encadenados. Hasta una grúa fue necesaria para sacarlos mientras un helicóptero sobrevolaba la zona. Fuera, 200 personas les increpan.
Después de seis horas, los mossos logran sacar uno a uno a los ocupantes. A esa hora, 1.000 personas ya protestaban junto a la estación de Sants.
El edifico de Can Vies ha sido un referente okupa barcelonés. Lleva 17 años okupado por un grupo de jóvenes que convirtió las plantas inferiores en talleres y centro cultural. Su propietario, la compañía Transports Metropolitans de Barcelona.
Los activistas intentaban llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento desde abril, pero no ha dado resultado.