El Senado acoge por primera vez la recepción oficial con motivo del Día de la Constitución, que este año cumple su trigésimo cuarto aniversario en un momento de horas bajas para la clase política, considerada ya uno de los principales problemas para los ciudadanos, golpeados por la crisis económica.

Al acto central asiste también por vez primera Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, ya que el año pasado la recepción se produjo con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero todavía en funciones.

Las obras de rehabilitación en el Congreso han obligado a trasladar los fastos a la Cámara Alta, de forma que su presidente, Pío García Escudero, compartirá protagonismo con su homólogo de la Cámara Baja, Jesús Posada.

De este modo, García Escudero y Posada serán los encargados de recibir a los cientos de invitados, entre representantes políticos y de las altas instituciones del Estado y personalidades de la sociedad civil.

Han confirmado su asistencia ocho presidentes autonómicos: los de Galicia, Andalucía, Aragón, Canarias, Extremadura, Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha.

Como ya viene siendo habitual, los diputados de la Izquierda Plural no asistirán a la recepción oficial, y tampoco lo harán los parlamentarios nacionalistas del PNV, Amaiur o ERC. CiU ha dado libertad a sus representantes para que hagan lo que desean, aunque ya el año pasado no acudió ninguno.

El aniversario se produce pocos días después de las elecciones catalanas y cuando aún se escuchan los ecos del debate soberanista en esta comunidad, al que se sumado en los últimos días la polémica sobre la reforma educativa y sus posibles efectos en las comunidades con lengua propia.

Asuntos de los que sin duda se hablará en los tradicionales "corrillos" entre políticos y periodistas que seguirán a los discursos de los presidentes del Congreso y el Senado.