El manifiesto leído en la concentración contra Pedro Sánchez asegura que el Gobierno "inició unas negociaciones para aprobar los Presupuestos Generales del Estado ofreciendo a cambio la soberanía nacional".
Una vez que la tramitación de las cuentas del Ejecutivo llegó hasta el Congreso tras su aprobación en la mesa del Consejo de Ministros, tanto PDeCAT como ERC presentaron enmiendas a los PGE por por su manera de abordar el conflicto de Cataluña y la inversión en la comunidad.
Desde estas formaciones criticaron el "diálogo limitado" y la "poca valentía del Gobierno a la hora de afrontar el conflicto", así como las pocas reuniones que se han dado entre el presidente del Gobierno y Quim Torra.
El manifiesto asegura que "el Gobierno cedió al aceptar las 21 exigencias del secesionismo". No obstante, de estos 21 puntos presentados por Quim Torra en la reunión que mantuvo con Pedro Sánchez en Barcelona, el Gobierno rechazó "hacer efectivo el derecho de autodeterminación" de Cataluña. Sánchez tampoco aceptó una mediación internacional para una negociación de igual a igual.
Además, Pedro Sánchez tampoco ha admitido que exista una complicidad de Policía y jueces con la ultraderecha, ni ha asumido que haya que "superar la vía judicial".
El Gobierno no ha manifestado que vaya a iniciar un proceso de debate sobre la monarquía, tampoco ha manifestado que en España haya una limitación de derechos fundamentales. Pedro Sánchez no ha asumido ningún compromiso para "aislar a grupos neofascistas" ni ha aceptado "investigar los abusos policiales y económicos".
El manifiesto también sostiene que "el Gobierno cedió al recibir con lazos amarillos al presidente de la Generalitat en Moncloa. Cedió al trasladar a los políticos presos a la cárcel de Lledoners. Cedió al aceptar la bilateralidad entre iguales en la reunión de Pedralbes".
De estas palabras, se puede entender o bien que La Moncloa fue decorada con lazos amarillos para recibir al presidente del Govern, o bien que el propio Sánchez se colocó lazos en su solapa, cuando fue Quim Torra quien llevaba uno para denunciar que sus compañeros estén en la cárcel de Lledoners.
El presidente solo aceptó el diálogo con Torra, pero en ningún momento reconoció el derecho de autodeterminación. De hecho, Pedro Sánchez fue duramente criticado por la CUP porque, según dijo Vidal Aragonés, "no reconoce la existencia de presos políticos" y el "derecho de autodeterminación".
"Tras meses de constantes cesiones intolerables y a pocas horas de que el Tribunal Supremo comience a juzgar a los responsables de la ruptura del orden constitucional que se produjo en octubre de 2017, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió dar una puñalada por la espalda a la ley y a la justicia aceptando los términos y exigencias impuestos por el Presidente de la Generalitat", sostiene el manifiesto.
A pesar de lo defendido en la concentración, el Gobierno no dio "una puñalada por la espalda a la ley y a la justicia". De hecho, dio por rotas las negociaciones con el Govern porque, según Pedro Sánchez, el referéndum de autodeterminación.
En este sentido, el PSOE defiende que se trabaje con Cataluña para la "convivencia y el diálogo", pero sin saltarse la ley. Para Sánchez, el planteamiento del independentismo es equivocado porque "el único camino transitable es el de la Constitución" y "la autodeterminación no es constitucional".
Fue la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien desveló que las fuerzas independentistas habían rechazado el marco de diálogo propuesto por el Ejecutivo con una mesa de partidos y la intervención de un relator, lo que produjo la ruptura de las negociaciones.
Asimismo, el manifiesto destaca que se da "la inaudita situación de que un Gobierno, que tiene la obligación de defenderla (la Constitución), ha puesto en serio riesgo su vigencia".
En cambio, afinales de diciembre, Pedro Sánchez hizo balance del tiempo que llevaba en Moncloa y defendió la Constitución. "El Gobierno se reivindica como constitucional, pero con una mirada amplia, no estrecha de la Constitución", dijo.
Además el Presidente, insistió que la Constitución debía servir como marco de diálogo sobre Cataluña: "Dentro de las autonomías y de la Constitución española podremos hablar de todo, fuera, de nada, lo único que hay son monólogos".
Este sábado, el propio Sánchez destacó que "la autodeterminación que reclama el independentismo no cabe en la Constitución" y que el Ejecutivo no la iba a aceptar nunca. Sánchez volvió a rechazar un referéndum de autodeterminación "porque no cabe en la Constitución".