Incluso antes de salir del Roll Royce, ya se podía saber que un nuevo rey presidía el desfile. Le delata el nuevo escudo de color rojo que también preside la tribuna en lugar del azul de don Juan Carlos. El distintivo del nuevo rey es más sencillo, sin la orden de San Andrés, ni el yugo y las flechas y con el fondo carmesí. “Puede dar idea de un deseo de simplificación y sencillez por parte del nuevo monarca”, afirma José Luis Sampedro, historiador y experto en heráldica.

El año pasado se escuchó el himno nacional en su versión reducida porque Felipe VI todavía era príncipe de Asturias. Carlos Fuente, profesor de protocolo de la Universidad Camilo José Cela, cuenta que “en esta ocasión se interpreta la versión completa de 52 segundos que le corresponde como monarca”.

Este año los aviones militares vuelven a surcar el cielo de Madrid. Tras dos años de ausencia por recortes en el presupuesto, regresan aprovechando el 75 aniversario del Ejército del Aire. Además, las hijas de los reyes adquieren mayor protagonismo. Diego Zala, Jefe de Estudios de la Escuela Internacional de Protocolo explica que “el orden de precedencias de las autoridades ha variado. El rey Felipe VI ocupa el primer lugar, la reina doña Letizia ocupa el segundo y la nueva princesa de Asturias el tercero”.

Un despliegue que este año le ha costado al Estado 800.000 euros, con un extra en publicidad de 760.000 euros. No se ha escatimado en el estreno en la fiesta nacional del nuevo jefe del Estado.