Según han informado desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid, hasta el lunes no está previsto que los detenidos, tres de ellos menores de edad, pasen a disposición judicial.
Las detenciones se produjeron tras la manifestación de la coordinadora 22M a la que asistieron decenas de miles de personas. Los disturbios comenzaron cuando varios participantes arrojaron botellas, piedras y petardos a la Policía, que intentaba entrar con furgones en la plaza de Colón después de cerrar la calle Génova con vallas para proteger la sede del PP.
Tras esta intervención, algunos de los participantes en la manifestación montaron barricadas en los laterales del Paseo de Recoletos con contenedores de basura al mismo tiempo que en el centro de la calzada un grupo de personas volvieron a arrojar piedras, adoquines y botellas a la policía para hacerles retroceder.
Como consecuencia de los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, el Samur-Protección Civil tuvo que atender a 101 personas que resultaron heridas con carácter "leve o muy leve", de los que 67 eran agentes: 47 policías nacionales y el resto municipales, según el Samur.
La delegada en Madrid, Cristina Cifuentes, explicó que la Policía tuvo que defenderse de los ataques de algunos de los manifestantes. Un policía resultó herido más grave que el resto, porque recibió patadas en la cabeza hasta quitarle el casco, y fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón tras perder el conocimiento, según la delegada.
Debido a estos altercados, la Asociación de Policía Municipal Unificada ha asegurado que se personará como acusación popular en el procedimiento contra todos los detenidos que ocasionaron lesiones y daños materiales.
Esta organización ha pedido también un informe jurídico que estudie la posibilidad de presentar una querella criminal contra los organizadores de las manifestaciones "por no mantener la seguridad" y ocasionar "lesiones y daños materiales" a la Policía Municipal de Madrid, ha informado APMU a través de un comunicado.