El expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se sienta por primera vez en el banquillo de los acusados para ser juzgado por un delito contra la Hacienda Pública al no declarar los beneficios obtenidos con la compra de Aerolíneas Argentinas por Air Comet.
En la vista, que se celebra en la Audiencia Nacional hasta el próximo viernes, también está acusado el expresidente de Air Comet Antonio Mata, para quien la Fiscalía pide la misma pena que para Díaz Ferrán, dos años y cuatro meses de prisión por fraude fiscal.
Los hechos se remontan a 2001, cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales vendió a Air Comet el 99,2% de Interinvest, una mercantil domiciliada en Argentina que a su vez era propietaria del 92,1% del capital de Aerolíneas Argentinas. El precio de venta fue de un dólar, pero la SEPI se comprometió también a aportar a Interinvest hasta 300 millones de dólares que Air Comet debería destinar a satisfacer pagos a los acreedores de la sociedad adquirida.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal Miguel Ángel Carballo, el contrato de venta fue suscrito por Díaz Ferrán en nombre de Transportes de Cercanías; por su socio Gonzalo Pascual, ya fallecido, en representación de Segetur; por Mata, en nombre de Air Comet, y por la SEPI.
Air Comet, sin embargo, utilizó el dinero no para pagar a los acreedores, sino para subrogarse en su posición en el proceso de suspensión de pagos, lo que le permitió posteriormente recuperar el 40% de lo invertido gracias al convenio aprobado por Aerolíneas Argentinas para saldar sus deudas.
De esta forma, los acusados dejaron de ingresar a Hacienda una cuota de 99 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades, cantidad que el Ministerio Público pide que los acusados indemnicen al fisco.