Según Fernando Ónega, las feroces críticas a sus balbuceos llevaron al rey Juan Carlos a preguntar a uno de sus colaboradores: "¿Es que no hay nadie que me defienda?". De esta manera queda reflejado en una entrevista de 'XL Semanal'.
Es una decisión meditada, que había comunicado al jefe de la Casa del rey varios meses antes, en la primavera de 2013. Para entonces ya es un rey aislado, muy deteriorado físicamente y al que los españoles empezaban a rechazar después de casi cuatro décadas de respaldo masivo.
Finalmente, el 2 de junio hace el anuncio oficial. A los 17 días, Juan Carlos I cede la jefatura de Estado a su hijo. "Quizá la palabra emoción se quede corta. Fueron sentimientos contradictorios: la satisfacción del deber cumplido y el dolor de la despedida. La pena de pensar que me retiro y el orgullo de un padre de ver a su hijo allí", afirma el rey.
En una mirada atrás a su reinado, Don Juan Carlos se detiene en el 23F. Reconoce que sabía que había militares descontentos, pero asegura que no esperaba el golpe de Estado y que desconoce quién lo organizó. Ónega ha explicado que "creía que en la jefatura de Estado sabían quién era el 'elefante blanco'.
En la entrevista, Don Juan Carlos tiene palabras de reconocimiento para la reina Sofía y para la izquierda española por aceptar su reinado.