Los investigadores creen que el clan liderado por Ignacio González hizo negocios con todo, hasta con tragedias como el terremoto de Haití. La filial del Canal Isabel II en Colombia se hizo con dos contratos por 21 millones de euros para reconstruir infraestructuras a través de la sociedad 'Metroagua'.
Por el camino, se sospecha que una parte se fue para mordidas a funcionarios locales y otra directamente a sus bolsillos. Es sólo un ejemplo de cómo presuntamente se lucraron con sus filiales al otro lado del charco comprando a precios hinchados para luego cobrar comisiones.
En ARV, Liliana Pineda, abogada y miembro de ATTAC, ha dicho que "desde 2010" denuncian que "es una empresa transnacional opaca y con todo tipo de malversaciones".
La Operación Lezo deja muy señalado al entorno más cercano de Ignacio González. Su hermano y su cuñado están entre los detenidos. Ambos son socios de la firma que se llevó la adjudicación de un campo de golf en las instalaciones del Canal.
También bajo la lupa su mujer, investigada. Se ha registrado la empresa que preside al sospecharse que pudo ser usada para blanquear fondos.
Los registros han seguido en la sede de OHL. Los investigadores creen que OHL pagó una comisión de 1,4 millones a cambio del tren a Navalcarnero.
Una mordida pagada desde una filial mexicana a una cuenta en Suiza controlada, presuntamente, por testaferros de González.