El Covid-19 ya ha destruido, con alevosía, la paz de la España rural. Sin medios ni apenas sanitarios, la pandemia ha logrado extenderse en Santiago de Alcántara, dejando cinco muertos y cebándose con el pequeño pueblo de Cáceres donde cuyos habitantes luchan cada día por ganar la batalla al virus.
De sus 522 vecinos, la gran mayoría son ancianos. A más de cinco kilómetros del pueblo más cercano, Carbajo, y más de 100 del Hospital Quirónsalud de Cáceres, Santiago de Alcántara se ha convertido en uno de los puntos rurales más castigados por el avance del coronavirus.
Tan solo Mari Luz Serrano, la médica de la localidad, tiene que hacerse cargo de todos los casos sospechosos que no paran de sumarse a los que ya han dado positivo.
El inicio del foco se dio en la residencia del pequeño municipio extremeño, la más azotada de la zona: Eusebio Batalla, alcalde de la localidad, asegura que de los 18 pacientes con coronavirus fallecidos en Extremadura, cinco eran ancianos ingresados en la residencia de Santiago de Alcántara.
Varias unidades del Ejército se trasladaron hasta el municipio cacereño el pasado 21 de marzo con el objetivo de llevar a cabo arduas tareas de desinfección y trasladar a los ancianos de la residencia hasta Alcántara.
Ahora ha quedado totalmente vacía: decenas de camiones de la UME accedieron a su desinfección después de trasladar a 19 ancianos a dos hospitales de Cáceres y a al menos otros 23 mayores a otra hospedería de Alcántara. Además, otros tres lugareños se encuentran hospitalizados y, según afirma el alcalde, Eusebio Batalla, aunque han tenido problemas con la llegada de test de diagnóstico, ya han comenzado a efectuarse en parte de la población que padece síntomas.
Eusebio Batalla, alcalde: "Es imposible de parar"
Las autoridades de la localidad se sienten desamparadas y auguran, con desesperación, poder frenar el alcance del virus que, a juicio del alcalde, podría llegar "a todos": "Nos va a llegar a todos, se está extendiendo por todas partes. Todas las medidas que tomemos podrán frenarlo o no, porque en el momento en el que cometamos algún descuido... es imposible de parar".
Además, tres trabajadores de la residencia se encuentran en aislamiento y otros 15 habitantes del pueblo han dado positivo. Respecto a los ancianos ingresados, "de los que están en Cáceres, 13 por un lado y seis por otro, están estables", según ha afirmado el edil, que define el día como una "calma tensa" después de que hayan trascurrido ya 24 horas de la última muerte y tras un fin de semana en el que los fallecimientos se han sucedido.
Ahora, y tras la marcha de la UME de la localidad, el cariño de los pueblos vecinos y alguna empresa local es el apoyo para la desinfección del resto del pueblo: "Tenemos pocos medios. Hoy una empresa se ha unido y ha desinfectado el Ayuntamiento. A partir de mañana seguiremos desinfectando el 100% del pueblo", ha informado el alcalde, que no ha puesto en duda que seguirán batallando por vencer al virus: "Seguiremos, no importa".