En su última aparición como presidente del Banco Popular, Ángel Ron se despedía tras 13 años en su cargo. Sus declaraciones fueron acompañadas del anuncio de los peores resultados en la historia de la entidad: 3.485 millones de euros en pérdidas.
"Una relación larga, fructífera y satisfactoria para todas las partes", aseguraba el exdirigente del Banco Popular. Ron se marcha teniendo derecho a una pensión de 24 millones de euros, cobrando más de un millón al año, lo que ha incendiado los ánimos de los accionistas.
"Las altísimas indemnizaciones anunciadas por su marcha cuando han dejado arruinado al banco y a los pequeños accionistas", afirmó uno de los accionistas en la última junta de la entidad.
En los últimos años, las acciones del Popular en Bolsa han caído un 92%, provocando pérdidas millonarias a grandes inversores, como el presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, que afirma: "Cuando tengamos algo a lo que agarrarnos presentaremos una demanda social".
Ahora será Emilio Saracho el encargado de intentar salvar a una entidad que, según el Financial Times, tiene muchas papeletas para ser rescatada.