Los acusados 'black' sabían de la ilegalidad de sus tarjetas, según el fiscal: "Hay suficientes elementos que demuestran la voluntad de ocultar estas, tan atípicas como ilegales, retribuciones".
Por eso, el fiscal Alejandro Luzón define sus excusas como "bochornosas". "Es inconcebible en cualquier contribuyente español, pero lo es especialmente en muchas de las personas que están sentadas en el banquillo, como catedráticos y economistas".
Ha sido especialmente duro al definir la utilización de estos plásticos: "Una actitud primitiva, casi deprepadora". Además, ha destacado que los consejeros no han demostrado que las usasen en beneficio de la caja. "Una actitud próxima al pillaje o a la rapiña".
Uno a uno, ha ido cuestionando los argumentos de las defensas, como el intento de impugnar el 'Excel', considerando que "ha habido mucha sobreactuación", o la estrategia del 'no sabía qué pasaba': "Estas personas no pueden decir que la caja no les dijo nada porque la caja son ellos".
Los mismos, entiende Luzón, que no denunciaron el uso de la tarjeta porque se beneficiaban de ellas. "¿Quién podía decirles a estas personas que lo estaban haciendo mal? ¿Los empleados?".
Especialmente señalados han acabado Blesa, por continuar el sistema, "pervertirlo, perfeccionarlo y convertirlo en un sistema retributivo, no sólo opaco, sino a partir del año 2003, manifiestamente ilegal"; y Rato, por no acabar con él en los peores momentos de la crisis: "Perdió una oportunidad muy buena de poner fin a esta práctica cuando se constituye Bankia".
Para ambos mantiene las penas de cárcel, al considerar que su reparación del daño ha sido muy escasa en proporción a sus responsabilidades.