El Gobierno español recibió con indiferencia el acto de desarme de la banda terrorista ETA realizado en Bayona, recordándole que está "operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión". Por ello, le exige su disolución definitiva, pedir perdón a las víctimas y desaparecer en "vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar rédito político de la misma".
En un comunicado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy advierte que no hará ninguna valoración sobre el armamento entregado por la banda ni sobre su integridad, hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente.
Insiste, en que la actuación llevada a cabo hoy por la banda terrorista "no es más que la consecuencia de su derrota definitiva por la democracia española, con las armas de la Ley, la unidad política y la cooperación internacional, así como por la eficacia y entrega de los Cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado".
El Ejecutivo advierte que seguirá velando por el cumplimiento de la ley y la seguridad de los ciudadanos. También defenderá "el respeto y el homenaje a las víctimas del terrorismo, cuyo testimonio ha sido fundamental en la derrota de la banda terrorista y así debe seguir siendo en el futuro".