Enfado del juez Alfonso Guevara, presidente del tribunal en el juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils, por una pregunta sobre la contraseña del móvil de uno de los acusados.
Uno de los abogados de la acusación ha preguntado al testigo, un mosso d'Esquadra, por la clave del teléfono de Driss Oukabir -a cuyo nombre se alquiló la furgoneta del atropello masivo de la Rambla-, a lo que el magistrado se ha opuesto, asegurando que la pregunta "no nos interesa".
Sin embargo, el letrado ha insistido y ha reformulado la pregunta, interrogando al testigo sobre si la contraseña en cuestión era "Al·lahu-àkbar" -"Alá es el más grande", según ha precisado el traductor de la sala-, a lo que el declarante ha contestado afirmativamente.
"Es una manifestación totalmente religiosa, por eso no quería que se contestara", le ha reprochado entonces el magistrado. "Estábamos preguntando sobre una cuestión de creencia, como si yo pongo en mi teléfono 'dios bendito'", ha aseverado.
Bronca a un abogado: "La ironía, a otro lado"
No ha sido el único encontronazo que ha protagonizado el magistrado en la tercera jornada del juicio en la Audiencia Nacional. Previamente, Guevara había regañado a los abogados, a quienes ha reprochado que "una cosa es que estemos esperando y otra cosa es que se empiece aquí como en un bar".
También ha tenido un choque con el abogado de los padres de Xavi, el niño fallecido en el atentado de La Rambla, Jaume Alonso Cuevillas. El juez no le ha permitido hacer una pregunta por considerarla "impertinente", a lo que el letrado le ha dicho: "Gracias por su amabilidad, señor presidente".
Un comentario que no ha sentado nada bien al magistrado. "La ironía, a otro lado, se lo advierto", le ha espetado.
"A mí no se me contesta de esa forma; a mí personalmente sí, a lo que estoy representando, no", ha agregado, sentenciando que "si ahora es moda de no respetar a las instituciones, aquí se respetan" y advirtiendo de que "la sala se reserva ponerlo en conocimiento del Colegio de Abogados".
Inicio accidentado del juicio: "No soy electricista"
Ya el martes, al comenzar la primera sesión del juicio, hubo bronca con otro de los abogados, que se quejó de que no tenía un enchufe para conectar su ordenador. "Le van a traer el alargador", le espetó el juez, apostillando: "El enchufe ya es más difícil, porque yo no soy electricista".
Sin embargo, el letrado quiso abandonar la sala porque no quería estar al lado del fiscal. "No señor, no abandona usted la sala", le ordenó Guevara, visiblemente enfadado, pese a la insistencia del abogado.
"Se acabó, no abandona la sala", le repitió el juez, levantando la voz, en una vista en la que también se mostró molesto ante las intervenciones de otra abogada: "No tiene la palabra nadie, no sé si es que estoy hablando en otro idioma".