El pequeño Nicolás intentó estafar a Mercadona haciéndoles creer que Carrefour boicoteaba sus productos, para ello envió a la empresa valenciana un dossier que publica El Mundo, en nombre de la vicepresidencia del Gobierno. Pero atentos a la chapuza porque escribe mal el apellido de la vicepresidenta, 'Saez' de Santamaría en lugar de Sáenz.
Puestos a inventar, Francisco Nicolás explica cómo se enteró el Gobierno de la maniobra de Carrefour: gracias a un infiltrado en el consejo de la compañía francesa al que no le falta, cómo no, el nombre en clave: el agente 4F.
En la carta especifica los productos objeto de ese boicot, habla de unos potitos, supuestamente retirados por Sanidad, o también de que, según un estudio de Greenpeace,el pescado de Mercadona está en la parte más baja del ranking de calidad.
La imaginación del pequeño Nicolás le lleva a incluir en esa lista de productos desacreditados por Carrefour una comida húmeda para perros que provocaba problemasde riñón en las mascotas, o varias cremas cosméticas que habían sido retiradas por ser cancerígenas.
¿Y qué le proponía a Mercadona? Actuar contra las malas artes de la empresa francesa a cambio de una cantidad económica. Esta rocambolesca historia formaría parte de los múltiples intentos de estafa que se le imputan. Francisco Nicolás también se enfrenta, entre otros, a los delitos de cohecho y usurpación de funciones públicas.