El PP ha encontrado un filón con el que presionar al PSOE para que se abstenga: el techo de gasto. Es lo que puede gastar el Estado, y si un nuevo Gobierno no lo aprueba antes de septiembre, los populares avisan con pensiones y funcionarios.
"Las mejoras de recaudación o los incrementos de financiación que podríamos tener, no estarían disponibles para las Comunidades Autónomas", comentaba Rafael Catalá, el ministro de Justicia en funciones.
Al PSOE le suena a chantaje, incluso con las comunidades socialistas. Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso, ha afirmado que "el Ministerio de Hacienda está advirtiendo a las comunidades autónomas que va a incumplir los compromisos de pago".
Los socialistas no esconden que el techo de gasto es prioritario, son conscientes de que el país necesita unos presupuestos y un techo de gasto, pero creen que su abstención no es necesaria. Según Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León, "no hace falta un Gobierno para que haya un techo de gasto, se puede tramitar con un Gobierno en funciones".
Algunos expertos, como el economista José Carlos Díez, afirman que sería posible aprobar un techo de gasto con un Gobierno en funciones, ya que "tendría que pasar por el Congreso, y el Congreso no está en funciones".
El Ejecutivo, apoyado por Ciudadanos, cree que sería perder el tiempo porque el techo es paso previo a los presupuestos, que solo puede confeccionar el próximo gobierno. "Hay que formar un Gobierno y aprobar con plena capacidad techos de gasto", así lo ha explicado Soraya Sáenz de Santamaría.
Si los impuestos no se aprueban pronto, Bruselas podría imponer a España una multa de 6.000 millones.