Patxi López ha insistido
en que el PSOE no se va a mover para que el PP siga poniendo en marcha
políticas "que han hecho daño a los más humildes, y recorte derechos con
la excusa de la crisis", y mucho menos "avalar y blanquear un
Gobierno rodeado por la corrupción y que no ha asumido ninguna responsabilidad
como si todo diera igual".
"Nos han votado
para combatir eso, no para apuntalarlo", ha dicho cuando se le ha
preguntado por quienes contemplan o no descartan la abstención, incluido el
diputado por Gipuzkoa Odón Elorza que lo planteó como posible escenario.
En una entrevista
concedida en la Cadena Ser, López ha criticado que
el PP intente "una especie de chantaje" diciendo a los socialistas
que, si no hay Gobierno, no pueden afrontarse las exigencias de Europa, incluso
hablando de una multa por ello.
De hecho, ha respondido
a Rajoy que ha sido su Gobierno quien ha hecho que no se cumpla el límite de
déficit, con una reforma fiscal "a favor de los que más tienen, que ha
supuesto una merma de ingresos de 13.000 millones". "No puede
trasladar la responsabilidad, es suya", ha remarcado.
Además, ha opinado que
un Gobierno en funciones sí puede aprobar el techo de gasto para ir avanzando
en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. La Ley del
Gobierno, según ha argumentado, dice que un Ejecutivo en funciones tiene que
limitarse al despacho de los asuntos corrientes pero puede aprobar otras decisiones
por "interés general".
A su juicio, no es
comparable la situación actual de España con la que llevó a los populares a
apoyarle a él como lehendakari en 2009 para evitar un gobierno del nacionalista
Juan José Ibarretxe.
López también considera
que "los medios y el Ibex 35" presionen al PSOE para que gobierne la
derecha y no lo hicieran hace unos meses al PP para permitir un Ejecutivo del
socialista Pedro Sánchez.
El dirigente socialista
ha dicho que todas las voces en el PSOE son respetables y no ha querido
calificar de "anecdóticas" a quienes son partidarios de la
abstención, pero ha insistido en que el órgano de decisión socialista, el
Comité Federal, apoyó por el no por unanimidad.