Una vez que la Justicia ha tumbado la prohibición de las esteladas, el foco está puesto en quién tomó la decisión. "El Gobierno y la delegada tienen que asumir responsabilidades políticas", indica la socialista Meritxell Batet. También el presidente de la Generalitat de Catalunya exige el cese o la dimisión de la delegada del Gobierno. "Es lo que espera la sociedad, no podemos quedar indiferentes ante este intento de impedir un ejercicio democrático", señala Puigdemont.
En su auto, el magistrado dice que no existe motivo para mermar un derecho tan importante como el de la libertad de expresión. "En ningún caso ha resultado probado que la exhibición de la llamada estelada puede incitar a la violencia o el racismo o la xenofobia", detalla.
Quienes se mostraron más críticos con el veto a las esteladas, ahora celebran el fallo judicial. "Fue una barbaridad y una ilegalidad prohibir la decisión", recalca Francesc Homs. "El Gobierno ha vuelto ha hacer el ridículo", destaca, por su parte, Íñigo Errejón.
Por otro lado, los que aprobaban la prohibición, ahora, dicen que no hay que mezclar política y deporte. "No politicemos el fútbol", pide Fernández Díaz, mientras que Fernando Páramo, de Ciudadanos, indica directamente que "el deporte tiene que estar a parte de la política".
El presidente de Extremadura celebra que la decisión ponga fin al conflicto, pero sigue sin gustarle que las manifestaciones independentistas se cuelen en el estadio. "Me repatea que piten el himno de nuestro país, eso no es libertad de expresión", declara Fernández Vara. La polémica sigue lejos de acabar ya que, incluso, hay asociaciones que preparan repartir banderas nacionales en respuesta a las esteladas.