Felipe VI ha instado a los participantes en la cumbre del clima de Madrid a actuar con liderazgo en la lucha contra el calentamiento del planeta, una tarea ante la que se ha mostrado convencido de que aún se está a tiempo, pero no para dudar.
"Ninguna frontera puede protegernos de los efectos del cambio climático. Debemos actuar con liderazgo y con determinación. Sí, todavía hay tiempo, pero no hay tiempo para dudar; sí, hay esperanza, pero también mucho trabajo por hacer y es muy posible que se necesiten varias generaciones para lograrlo", ha subrayado el rey ante los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la cumbre COP25.
El monarca ha ofrecido una recepción junto a la reina Letizia en el Palacio Real a los líderes asistentes a este evento y a los jefes del resto de delegaciones.
En su intervención, casi en su totalidad en inglés, el rey ha recordado el lema de la cumbre, "Es hora de actuar", y ha subrayado que el Acuerdo de París debe guiar los esfuerzos contra el cambio climático.
Para ello, ha hecho un llamamiento a cada uno de los que, de una u otra forma y en la medida de sus responsabilidades, tienen la capacidad de orientar y facilitar el cambio hacia un modelo de desarrollo respetuoso con el medio ambiente y compatible con los límites del planeta.
"La lucha contra el cambio climático representa una oportunidad de oro y debemos aprovechar la ocasión", ha añadido antes de recalcar que la ecología y la economía no son incompatibles, sino todo lo contrario.
Al hilo de ello, ha subrayado que la ambición climática es el impulso para lograr una sociedad cohesionada y una economía competitiva que no deje a nadie atrás.
Para el rey, es evidente que las personas más vulnerables son las más afectadas por el impacto del calentamiento global, agravando los riesgos y las causas de la desigualdad social, la pobreza y el hambre.
"No podemos, no debemos dejar de dar al mundo una respuesta eficaz, ambiciosa y multilateral al mayor peligro ambiental, social y económico al que se enfrenta la raza humana: el propio planeta", ha añadido.
El rey ha resaltado que para el Gobierno español la respuesta al cambio climático es más solidaridad y decisiones conjuntas para lograr soluciones compartidas basadas en las advertencias claras, fiables y sólidas de la ciencia.
Una solidaridad que ha precisado que debe ser beneficiosa tanto para los que más sufren los efectos del cambio climático como para las generaciones futuras, que ha dicho que tienen todo el derecho a exigir un planeta mejor.
En ese contexto ha señalado que hay que combatir causas y consecuencias del cambio climático, promover una necesaria transformación de la economía, de los modelos de producción y de los patrones de consumo, y fijar un plan adecuado para la redistribución de costes.
El monarca ha reconocido la labor de Chile en la organización de la cumbre, cuya celebración se decidió trasladar a Madrid debido a la situación interna en el país andino.
La confianza de Chile y de la ONU para que España albergue esta cumbre ha sido agradecida por el rey, que ha recalcado el compromiso del país para facilitar un diálogo constructivo y bordar juntos la lucha contra el cambio climático como uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad.
También ha elogiado el trabajo realizado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres -presente en el acto-, para que la reunión de Madrid sea posible y la colaboración de instituciones, servicios públicos nacionales, sector privado y ongs.