El Partido Popular ha conseguido la mayoría de los votos. Con un 37% y diez concejales-diputados, el líder de la formación de Pablo Casado ha conseguido la victoria. Le sigue Coalición por Melilla con un 30% de los votos y ocho concejales-diputados. En tercera posición, el PSOE adquiere cuatro concejales-diputados; seguido de Vox, con dos y Ciudadanos con uno.
Imbroda se enfrentaría a su quinta legislatura consecutiva, aunque esta vez necesitará los apoyos de Vox y la abstención de Ciudadanos para hacerlo. La corrupción asociada a las últimas legislaturas de Imbroda han provocado el rechazo a su investidura por parte de todas las formaciones excepto de la liderada por Santiago Abascal.
La formación naranja tampoco ha querido tenderle la mano y, por tanto, es poco probable que facilite su investidura. Una alternativa a la continuidad de Imbroda sería un acuerdo PSOE-Coalición por Melilla con la abstención de Ciudadanos o, en cuyo caso, su entrada en el Gobierno, aunque Ciudadanos también se ha mostrado reticente a investir a Mustafa Aberchán. Por lo que se prevé que existirá un Gobierno de minoría.
En los comicios de 2015, Juan José Imbroda Ortiz había revalidado su mandato, volviendo a conseguir alzarse presidente de la ciudad autónoma. Con 12 concejales-diputados, el Partido Popular consiguió hacerse con la mayoría absoluta gracias al apoyo de Populares por la Libertad, con un concejal-diputado.
Los sondeos vaticinan de cara al 26M que el PP no obtendría la mayoría absoluta y que el que ha sido presidente desde el 2000, Juan José Imbroda, necesitará pactos para alcanzar el poder. En las elecciones generales el PP fue la formación más votada de la ciudad, seguida del PSOE y Coalición por Melilla. A tan solo 1.000 votos de la tercera fuerza irrumpiría la entrada de Vox en el panorama político de la ciudad autónoma.