josé Manuel García-Margallo, agradece el apoyo del presidente Barack Obama a una España "fuerte y unida", que relacionó abiertamente con el reto independentista en Cataluña, "es de agradecer", porque "lo más sencillo habría sido echar balones fuera" y no pronunciarse, con el argumento de que "esto es una cuestión interna" de España.
En cambio, Obama dejó claro que su país "desea una España fuerte y unida", lo mismo que dijo del Reino Unido "en el caso escocés", insistió el ministro en declaraciones a los periodistas que siguen en Washington la visita oficial de los Reyes de España a Estados Unidos.
Sin aludir al desafío independentista del presidente de la Generalitat, Artur Mas, Obama subrayó en la comparecencia informativa posterior a su reunión con Felipe VI en la Casa Blanca que en EEUU están "profundamente comprometidos a mantener la relación con una España fuerte y unida".
Después de indicar que la declaración de Obama había sido "muy clara" y las palabras de Kerry "más claras todavía", ya que incluían "un compromiso con el Estado de Derecho", el titular español de Exteriores destacó que, en EEUU, la Constitución consagra la "indisolubilidad de la Unión" y recordó una sentencia del Tribunal Supremo que declaró nulo en 1869 un referéndum de secesión en Texas.
Sobre si podía deducirse de la declaración de Obama que el proceso soberanista en Cataluña había formado parte de su conversación con el Rey, García-Margallo se limitó a comentar que "estas cosas no suelen caer del cielo, como el maná en el desierto", antes de añadir que las palabras del presidente de EEUU no le habían sorprendido "absolutamente nada".
Asimismo, expresó su confianza en dejar claro ante el electorado catalán en el debate que mantendrá con el líder de ERC, Oriol Junqueras, que una eventual independencia situaría a Cataluña "fuera de la comunidad internacional y fuera de la UE".
Margallo juzgó "bastante ridículo" que Artur Mas defienda declarar la independencia si la apoya la mitad más uno de escaños cuando para cambiar el Estatuto se requieren dos tercios e ironizó sobre cómo resta importancia a la posición de Obama mientras se muestra encantado porque respalden el "derecho a decidir" cinco congresistas de EEUU, el "1,1%" de la Cámara.
"Claro que es verdad que era el mayor éxito que han conseguido en tres años en política internacional y era para celebrarlo", apostilló el ministro, antes de apuntar que "ni un solo país" entre 193 apoya las posiciones de Mas, cuando para que Cataluña viera reconocida su independencia necesitaría nueve votos en el Consejo de Seguridad, sin veto alguno, y 129 en la Asamblea General de la ONU.
Advirtió además de que una declaración de independencia en Cataluña perjudicaría las perspectivas de países con "procesos de explosión territorial" como Siria, Irak, Líbano o Mali, mientras que abriría "una caja de Pandora" en Europa, donde hay 278 regiones que, si optaran por la secesión "saltándose a la torera Constituciones y normas establecidas, generarían un auténtico caos".