El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha respondido a las críticas de los líderes de otros partidos que cuestionan su doble condición de candidato del PSC a la Generalitat y de máximo responsable de la gestión de la pandemia en el país: "¿Ha dejado el cargo Pere Aragonès?"
Illa se ha hecho esta pregunta, ya que el actual vicepresidente con funciones de presidente de la Generalitat es el candidato de Esquerra Republicana a las elecciones. "¿Concurre con ventaja Pere Aragonès?", se ha cuestionado el todavía ministro de Sanidad.
Asimismo, Illa ha subrayado que ahora mismo "está centrado al 101% en combatir al virus" y que a eso le dedicará su tiempo hasta que comience la campaña electoral en Cataluña, cuando dejará el cargo para dedicarse "al 101%" a la contienda.
Desconoce si habrá un recurso contra el aplazamiento electoral
Al respecto del retraso de las elecciones, que estaban previstas para el 14 de febrero pero que tendrán lugar el 30 de mayo, el candidato del PSC ha asegurado que va a competir "el día que se diga, en las condiciones que se digan" y que no va a hacer comentario sobre si la legalidad de dicha decisión. El PSC está estudiando presentar un recurso, algo que ya han hecho cuatro formaciones, pero el ministro no ha querido pronunciarse.
"No sé si se va a presentar un recurso. Vamos a ver lo que deciden. Yo allí no quiero entrar en ningún matiz, estoy centrado en lo que estoy centrado. Cuando sean las elecciones haré campaña y ahora lo que me importa es el virus", ha subrayado.
Un ministro de Sanidad "tiene que ser buen gestor"
Sobre si su sustituto al frente de Sanidad ha de tener experiencia médica para luchar contra la pandemia, Illa -filósofo de formación- ha insistido en que el titular del departamento "tiene que ser buen gestor público y saber formar buenos equipos", además de contar con capacidades políticas y comunicativas, pero no tiene que tener, necesariamente, experiencia en el campo sanitario.
Sobre la ministra mejor situada para sustituirlo, Carolina Darias, Illa ha subrayado que es una "ministra magnífica" y que tiene la mejor de las opiniones, pero que no depende de él la decisión, ya que compete al presidente del Gobierno.