Hasta ahora el castigo a los grandes se había demostrado fundamentalmente con la abstención. Pero esta vez, además, los españoles lo han hecho apoyando a otras formaciones. Izquierda Unida y UpyD se consolidan como grandes partidos bisagra, mientras que el fenómeno Podemos, con Pablo Iglesias al frente, alarga por la izquierda el arco político.