Estas cantidades se reflejaron en la orden del Ministerio de Economía y Hacienda que fijó en abril las subvenciones para los gastos electorales de la próxima cita europea.
La subvención por escaño se ha incrementado en 306,52 euros con relación a los comicios de hace cinco año y sigue por encima de la que se abona en las elecciones generales: en 2011, el Estado pagó 21.633,33 euros cada escaño del Congreso y del Senado y 83 céntimos cada voto recibido a la Cámara Baja, siempre que esos sufragios se hayan traducido en escaños.
En la citada orden ministerial el Gobierno argumenta que las actuaciones que impliquen gasto público deben supeditarse "de forma estricta" al cumplimiento de la sostenibilidad financiera, y alude incluso al artículo 135 de la Constitución, reformado en agosto de 2011, para consagrar la estabilidad presupuestaria.
Por otro lado, para cubrir los gastos del envío de propaganda electoral gratuita, el Estado aportará 16 céntimos por elector siempre que la candidatura obtenga escaños y un respaldo mínimo del 15 por ciento de los votos, un umbral que sólo suelen superar los dos partidos mayoritarios.
Para el resto se prevén 11 céntimos por elector, siempre que la candidatura haya logrado un mínimo del 6 por ciento; tres céntimos si sólo se supera el 3 por ciento y dos céntimos si se logra el 1 por ciento de los votos emitidos. En todos los casos es necesario lograr al menos un eurodiputado.
Esta ayuda al 'mailing' no entá incluida en el límite de gastos electorales para la campaña, que el Gobierno ha fijado, conforme la legislación, en el resultado de multiplicar 19 céntimos por el número de habitantes correspondiente a la población de derecho en las secciones electorales donde se haya solicitado difundir papeletas.