Se oye en inglés. En italiano. En francés. La campaña institucional oficial apela directamente al voto en todos los idiomas. También en portugués. Pero en su versión española el imperativo del verbo votar no está por ningún lado.
A pesar del denodado esfuerzo de nuestros políticos, hay que ir a votar. El abstencionista español está más protegido que ningún otro abstencionista europeo.
En realidad la cartelería tiene a la Junta Electoral hasta arriba de trabajo. Fíjense en este otro slogan oficial. En un pequeño ataque paranoide, el PSOE ha puesto un indicativo donde en realidad había un subjuntivo, de manera que ha leído mejoramos en vez mejoremos. Unos juegan a cambiar letras y otros, directamente, a inventarse palabros.
"Muchísimas gracias por abarretar este pabellón" En campaña nadie le pone límites a su creatividad. Por ejemplo, en Grañón, en la Rioja, al PP local se le ha ocurrido que los barrotes del balcón del Ayuntamiento sirven de valla publicitaria. Puestos a imaginar, el PP le ha sacado a Cañete un parecido razonable con Richard Gere o Valenciano hace de su fular una cinta de gimnasta.