El Partido Popular Europeo ha ganado -con una treintena de escaños de ventaja frente a los socialistas- las elecciones a la Eurocámara, que han estado marcadas por el fuerte auge de los euroescépticos y la ultraderecha en países como Francia, Reino Unido, Dinamarca, Austria, Italia o incluso Alemania, lo que pone de manifiesto la desafección de los ciudadanos por la respuesta de la UE a la crisis económica.