No hubo sorpresa en Galicia, donde el Partido Popular ha ganado las elecciones autonómicas gallegas revalidando por cuarta vez consecutiva su mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo repetirá como presidente de la Xunta con una contundente victoria pese a que los sondeos a pie de urna trasladaban los nervios a los populares al poner en cuestión que pudieran superar los 38 escaños que les aseguran gobernar en solitario. Finalmente, el PP repite los 41 escaños que logró en 2016.
El gran vuelco se ha producido en la oposición, donde el BNG ha logrado un resultado que, si bien será insuficiente para que la izquierda arrebate la presidencia de la región a Alberto Núñez Feijóo, supone un claro sorpasso al PSdeG, que se mantiene como tercera fuerza con 15 escaños, un asiento más que los que tenía.
El partido de Ana Pontón logra así 19 escaños, 13 más que en 2016, y se sitúa como segunda fuerza del parlamento gallego.
La gran caída la han protagonizado las mareas después de que en 2016 lograran más votos y los mismos escaños que el PSOE. Ahora, caen de manera estrepitosa y se quedan fuera de la cámara gallega.
Galicia en Común-Anova-Mareas de Antón Gómez-Reino, la candidatura apoyada por Podemos, no ha llegado al 5% necesario para tener representación en el parlamento y se queda sin representación al obtener un 3,89%. Más lejos aún se ha quedado la Marea Galeguista, que renunció a ir a los comicios con Galicia en Común. Con un 0,22%, se quedan muy lejos de lograr representación. Ni siquiera juntando los votos de todas las mareas, Podemos habría logrado un escaño.
Tras conocer los resultados, Antón Gómez-Reino ha mostrado su sorpresa, reconociendo que el resultado es un fracaso y algo inesperado. De la misma manera, lamentaba no poder contribuir en una alianza para arrebatar el gobierno al PP. Iglesias, por su parte, reconoce la "derrota sin paliativos" y destaca que "toca hacer una profunda autocrítica y aprender de los errores que sin duda hemos cometido".
Por su parte, Vox tampoco ha conseguido ningún asiento en Galicia, donde seguirán sin tener representación en el parlamento autonómico tras no haber conseguido la confianza de los votantes pese al optimismo mostrado por el partido de extrema derecha durante la campaña. Ciudadanos también se queda fuera del parlamento.
Victoria para el PP más moderado
El buen resultado de Feijóo supone también un espaldarazo para la rama más moderada del Partido Popular, y es que el presidente gallego ha utilizado durante su campaña una estrategia muy diferente a la elegida por Casado en las últimas convocatorias electorales.
Si bien el escenario gallego no es extrapolable a lo que puede ocurrir en unas elecciones generales, esta mayoría absoluta y el hecho de que el PP no haya conseguido más escaños en Galicia en las dos elecciones al Congreso celebradas en 2019 hace que la figura de Feijóo salga reforzada.
Fue en 2018 cuando Alberto Núñez Feijóo anunció entre lágrimas que no se marchaba a Madrid para luchar por suceder a Mariano Rajoy porque consideraba que eso sería "fallar a los gallegos". Ahora, obtiene su recompensa. "Aposté por Galicia y mereció la pena", ha destacado en sus declaraciones.
La participación subió pese al coronavirus
Una de las dudas en las semanas previas a la celebración de las elecciones era el impacto que iba a tener el miedo al coronavirus en la participación, más si cabe teniendo en cuenta el brote de A Mariña que acumula más de 180 positivos, según los últimos datos.
Incluso una decena de alcaldes de esta localidad llegó a pedir el aplazamiento de las elecciones al considerar que no se podía asegurar una votación en plenas condiciones de seguridad.
Sin embargo, finalmente el número de ciudadanos que acudieron a las urnas no solo no ha caído, sino que ha subido un 5%. En 2016, se registró una participación de poco más del 50% (53,63%), mientras que en las de este domingo casi se llega al 60% (58,85%).
Galicia, feudo popular
Galicia se ha consolidado como el bastión del Partido Popular. En las últimas tres décadas ha ganado todas las elecciones, salvo las del 2005. Los socialistas gallegos consiguieron gobernar Galicia ese año gracias a un acuerdo con el BNG. Este dominio, encabezado por Emilio Pérez Touriño, duró solo una legislatura, ya que en los siguientes comicios Feijóo comenzó su mandato como presidente de la Xunta.
También, más recientemente, los populares perdieron el liderato en las elecciones generales del 26 de abril del año pasado. En esta ocasión, el PSdeG-PSOE obtuvo más representantes para la Cámara nacional. Concretamente, los socialistas gallegos pasaron de 6 a 10 diputados escogidos en esta Comunidad, mientras que el PP redujo su representación gallega de 12 a 9 representantes.
No obstante, este desplome resulta anecdótico si lo comparamos con el historial que han firmado los populares en los últimos 38 años. Desde 1989, el PPdeG ha ganado casi todas las elecciones locales, autonómicas y europeas. Primero Fraga (1989-2005) y ahora, de nuevo, Alberto Núñez Feijóo, que acaba de batir el récord de su predecesor.