En este caso, tras un debate decisivo que se antoja decisivo de cara a la proximidad de las elecciones generales, la alegría no va por barrios. Se pregunte en el partido que se pregunte, el ganador de la etapa reina de la campaña difiere considerablemente.
El líder socialista, Pedro Sánchez, se pone humilde para concluir que ha vencido sin discusión en el debate. Pero, por si acaso alguien duda, extiende un cordón sanitario. "Podrán hacer las crónicas que quieran los otros adversarios políticos, pero los socialistas hemos ganado el debate", ha sentenciado el secretario general del PSOE.
Los otros adversarios, en cambio, hacen una crónica cruel. Pablo Iglesias, sin actos esta mañana evita declararse ganador y sólo ha abandonado su reposo para desguazar a Sánchez.
"Ha estado muy mal, y me duele decirlo porque Sánchez representa al partido de mis abuelos. Creo que ayer Sánchez quedó definitivamente descolgado de la carrera".
Mientras se atiza la izquierda, en el otro bando tampoco hay tregua. "Si hubo un perdedor ayer fue Mariano Rajoy, por faltar a un debate histórico en audiencia", ha destacado Albert Rivera.
Ciudadanos ataca a su competencia directa, pero en el PP tampoco se quedan atrás. "Hubo un gran perdedor, y fue Albert Rivera", ha remarcado Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP.
Si bien hay más urgencia en señalar al perdedor que al vencedor, los populares vuelven a presumir de equipo y discurso. "Yo creo que el PP en los debates está demostrando que hay palabras que no se lleva el viento", ha señalado Maroto.