Con la última sesión de la legislatura comienza el camino hacia un nuevo parlamento. Y, aunque algunos deseaban terminar, como decía Aitor Esteban, diputado de PNV, "ya era hora de que acabara esta legislatura", es el momento de despedidas, de abrazos y besos, de regalos para ministros, para el presidente y, con selfies o de forma tradicional, es tiempo de inmortalizar momentos que quizá no vuelvan a repetirse.
Algunos, con nostalgia, le echan sentimiento a la despedida, el ministro de Hacienda decía "les voy a echar de menos en este pasillo". También dicen adiós los populares Vicente Martínez Pujalte o Andrea Fabra, y socialistas como Jesús Caldera o Trinidad Jiménez que asegura que se va con "una mochila cargada de experiencias, conocimientos, y del deber cumplido". Un hasta siempre también para Juan Manuel Albendea, el diputado del PP que, a sus 78 años, es el más veterano de la cámara baja.
Los sillones, ahora vacíos y que algunos se resisten a abandonar, los volverán a ocuparán, quizás, caras ya conocidas. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso asegura que no tiene "ninguna intención de dejar de verles". Para otros, puede ser una despedida para siempre. Pero antes, hay que dejar todo hecho, como vender la lotería, porque, a partir de enero, habrá que hacer sitio a los nuevos representantes.
Consuelo, es la primera candidata negra a ocupar un escaño en el Congreso. Figura en la lista del PSOE por Madrid y podría formar parte de esta nueva etapa "la renovación empieza por mostrar lo que hay en España, no solo renovar las caras, no es solo quitar a uno y poner otro, es apostar y que esté reflejado en el Congreso". Un congreso que, recogido y limpio, ya está listo para recibir una nueva legislatura.