Ante el reto de cómo financiar las pensiones, la última propuesta del PSOE es crear un nuevo impuesto que recaude específicamente para ello. "Como en Francia, que ha introducido la contribución de solidaridad", ha explicado el secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha.
En el Partido Popular están de acuerdo con que el dinero tiene que salir de los presupuestos, pero no creen que un nuevo impuesto sea necesario. "No necesitamos nuevos impuestos, sino, fundamentalmente, derivar impuestos que ya están recaudando bastante a asegurar el sistema de pensiones", ha contradicho el ministro Montoro.
El problema es conocido; vivimos más, hay menos cotizantes para la Seguridad Social y sale más dinero del que entra. Izquierda Unida coincide en que no hace falta otro impuesto.
"Lo que hay que hacer, entre otras cosas, es una reforma fiscal muy profunda que, evidentemente, combata tanto el fraude fiscal como las lagunas fiscales que existen", dice Alberto Garzón, candidato a la Presidencia del Gobierno por IU.
Algo que haría posible su propuesta de aumentar la cuantía de las pensiones mínimas. En Podemos, la apuesta es volver a los 65 años como edad de jubilación. "Creemos en abandonar la vida laboral a los 65 años. Vamos a plantear flexibilidad", indica Eduardo Gutiérrez, diputado regional de Podemos.
Ciudanos, por su parte, pide concrección al PSOE. Quiere que cada uno elija la edad a la que se jubila sabiendo lo que le va a quedar de pensión. La clave para eso, dicen, es total transparencia, para que cada uno sepa lo que le queda de pensión.