Son unas elecciones distintas pero la campaña empezaba con una imagen típica, la clásica pegada de carteles. Aunque Podemos cambió la gran ciudad por el entorno rural, el PSOE la cola y la brocha por la pantalla y Ciudadanos hizo un gran despliegue.
Por primera vez, el día de la Constitución se ha celebrado en plena campaña, un acto que servía de puesta de largo institucional para los emergentes, que compartieron corrillo con el presidente del Gobierno.
Podemos y Ciudadanos han querido mostrar fuerza con mítines en grandes recintos como La Caja Mágica o el Palacio de Vistalegre.
Mientras, PSOE y PP han querido más que nunca pisar la calle, e incluso Garzón tuvo que salir fuera tras llenar el aforo de uno de sus mítines. UPyD hizo vídeos electorales desde el coche: el tour de la corrupción.
La campaña enmudecía en repulsa por el atentado en la embajada española en Kabul y los candidatos alzaban la voz para condenar el puñetazo a Mariano Rajoy, una agresión intolerable que inevitablemente marcó la recta final de la campaña.