Los partidos tendrán que pactar la composición de las mesas de Congreso y Senado el 13 de enero. Elegir al sucesor de Posada en primera votación necesita una mayoría absoluta, así que al PP no le bastaría el apoyo de Ciudadanos. Necesitaría a los nacionalistas, o consensuar un nombre con el PSOE. Pedro Sánchez ya ha dicho que quiere a un socialista al frente del Congreso.
En el PP dicen que la mesa hay que pactarla entre todos y apuntan más alto hablando de la gobernabilidad de España por encima de la mesa del Congreso. Al PSOE no le bastaría el apoyo de Podemos que, además, marca otra prioridad. Pablo Iglesias sostiene que "lo fundamental es la ley de emergencia social".
Una vez elegido, el nuevo presidente del Congreso informará al rey en Zarzuela de los partidos que tienen representación. A partir de entonces, el jefe del Estado iniciará una ronda de consultas con los líderes de los partidos para proponer un candidato a Presidente.
Llegada la sesión de investidura, Rajoy tiene muy difícil la mayoría absoluta en primera votación, en la segunda le bastaría con la abstención de PSOE y Ciudadanos para tener más síes que noes. Los populares ponen tres líneas rojas para el acuerdo: unidad de España, la posición de España en Euroa y la lucha contra el terrorismo.
Rivera pide un pacto a tres del que excluye a Podemos porque traspasa su línea roja. "Para garantizar la unión de los españoles no voy a hablar con el partido que quiere romper España", ha afirmado el líder de Ciudadanos.
El PSOE también pone la unidad territorial como límite y Podemos no habla de línea roja pero insiste en la consulta. Los partidos tendrán dos meses para cerrar un acuerdo. Si no lo consiguen en ese plazo, habría que repetir las elecciones.
EL PANORAMA POLÍTICO, MÁS FRAMENTADO QUE NUNCA