Aún no sabe si gobernará, pero Rajoy quiere seguir al frente del PP: "Ya le anuncio que me presentaré y me veo con las fuerzas y ánimos". Sí se presentará al próximo congreso nacional para el que aún no hay fecha. No hacerlo, interpretan miembros del partido supondría asumir su muerte política.
Pero el lunes Aznar, invitado sorpresa del Comité Ejecutivo, fue algo más lejos reclamando un congreso abierto. En su entorno hablan de un militante, un voto, sin control del aparato del partido.
No es el único que lo demanda en el PP después de que hayan perdido a un tercio de su electorado: "Hay que atender al séptimo aviso que nos dan los electores de nuestro partido y eso tienen que hacerse en un congreso abierto" dice Esperanza Aguirre.
Lo llamativo es que Rajoy defiende que así han sido hasta ahora los cónclaves de los populares: "Abrá un congreso que será abierto como todos los del PP".
La demanda de Aznar, es para algunos pesos pesados del PP una forma de decir que aunque no vuelve, sí quiere tutelar la transición en el partido. Un escenario repleto de interrogantes, como el de una posible repetición de elecciones.
Rajoy gastará, de momento, sus cartuchos explotando su perfil más dialogante en busca de pactos.