Nadie lo esperaba. Ni los electores, ni las empresas demoscópicas, ni los politólogos; ni siquiera los propios partidos. Los resultados electorales del 26J, con el 100% del voto escrutado, arrojan sorpresa y pasmo.
Sorpresa de carácter eufórico para el PP. Ni en los sondeos de la propia formación se esperaba alcanzar los 137 escaños con los que se alza, una vez más, como la fuerza política más votada en España. Mariano Rajoy respira tranquilo a sabiendas de que los múltiples escándalos que han cercado a los populares durante los últimos meses no han afectado a la confianza que los ciudadanos siguen depositando en el partido. En todo caso, mejoran sus resultados respecto a los escaños obtenidos el pasado 20 de diciembre.
Sorpresa agridulce para el PSOE, contra todo pronóstico. Había dudas y miedo, mucho miedo, en el seno socialista ante el inminente 'sorpasso' de Unidos Podemos en estos comicios. En la caída libre que sigue protagonizando la formación, obteniendo cinco escaños menos que en las anteriores elecciones, los socialistas pueden celebrar los 85 escaños casi como una victoria; ello, ante su peor resultado en la historia de la democracia.
Sorpresa espasmódica, casi desagradable, es la que se ha llevado Unidos Podemos en su estreno electoral como confluencia. Se denotaba un crecimiento paulatino de la tristeza en las filas de los simpatizantes a medida que el escrutinio iba lanzado más y más abajo las esperanzas del tan sonado 'sorpasso' al PSOE.
Más allá de competir de 'tú a tú' con los socialistas, la coalición se lleva el golpe más duro de las empresas demoscópicas, que la alzaban como verdadera (y prácticamente única) alternativa al PP. Un golpe representado con sólo 71 escaños que podría incrementar con mayor ahínco las división en la estructura interna de la formación morada.
De cara a los datos, la sorpresa más dolorosa se la ha llevado Ciudadanos, que ha perdido nueve escaños respecto a los comicios del 20 de diciembre. Los de Albert Rivera, lejos de aumentar su popularidad con sus repetidos intentos por formar gobierno, también se han topado de bruces con la realidad política. La formación naranja cae hasta los 32 escaños frente a los 35-40 que les daban los principales medidores.