Las elecciones generales del 10 de noviembre dibujan un nuevo bloqueo político en España. Más acentuado aún, si cabe. El PSOE vuelve a ganar en las urnas (120 escaños), pero pierde fuerza respecto a los comicios del pasado 28A; tres diputados en concreto. La geografía española sigue teñida del rojo socialista, pero la victoria de Pedro Sánchez es insuficiente para sumar mayorías. Y el escenario de gobernabilidad se complica.
La suma con las fuerzas puras de izquierda (Unidas Podemos y Más País) no da para alcanzar una mayoría absoluta que permita formar ágilmente un Gobierno progresista. La formación de Pablo Iglesias también cae respecto al 28A (de 42 a 25 escaños) y la irrupción de Errejón en el Congreso se queda en tres diputados y sin grupo parlamentario propio. Las cuentas limpias no salen y se necesitaría el apoyo de fuerzas independentistas y minoritarias para la formación de Gobierno.
Al bloque de derechas tampoco le da para gobernar. El PP mejora notablemente sus resultados (de 66 a 88 escaños) pero la suma con un Ciudadanos devastado (de 57 a 10 escaños) y un Vox desatado (de 24 a 52 escaños) se queda corta para formar un Ejecutivo alternativo al progresista.
Asoma la opción de un gran pacto de coalición entre PSOE y PP para facilitar la formación de un Gobierno socialista tras la abstención de los populares. Pero, tal y como apuntan medios como 'Vox Pópuli', Pablo Casado pondría sus condiciones encima de la mesa antes de un pacto con los socialistas: su sí pasaría por pedir la cabeza de Pedro Sánchez para permitir el Gobierno del PSOE, pero José Luis Ábalos, uno de los hombres fuertes en el equipo de Sánchez, ya se ha encargado de descartar esa opción como salida al bloqueo político.
El rojo predomina en el mapa por municipios
PSOE y PP se reparten el mapa de color si observamos los resultados del 10N por municipios. Predomina el rojo socialista, sí; pero el azul popular aumenta su presencia respecto a las elecciones del 28A. La formación de Pedro Sánchez se lleva la victoria en el 44% de las localidades españolas (3.577), mientras que la fuerza de Pablo Casado gana en el 35% (2.845).
De las 8.131 localidades que presente la geografía española, sólo siete se tiñen de naranja en el mapa municipal. El histórico batacazo de Ciudadanos en las urnas reduce en 47 escaños su representación parlamentaria y deja en anécdota sus victorias por municipios. La formación presidida hasta el 10N por Albert Rivera pierde cerca de 2,5 millones de votos y su color se pierde en la maraña de rojo y azul que predomina a nivel nacional.
Caso contrario el de Vox. El verde de la formación de Santiago Abascal asoma con fuerza también a nivel municipal. Sus 3,6 millones de votos a nivel nacional le otorgan victorias en municipios de Toledo, Guadalajara, Madrid o Murcia, circunscripción en la que asciende hasta convertirse en la primera fuerza política.
Los datos del partido de extrema derecha hablan por sí solos: en Andalucía, por ejemplo, la diferencia entre PP y Vox es únicamente de 6.600 votos. En total, Vox gana en 277 municipios y empata como primera fuerza política en otras 24 localidades. Valdemoro (Madrid), Torre-Pacheco (Murcia), Níjar (Almería) o Algeciras (Cádiz) son algunos de los ayuntamientos donde la formación de Abascal triunfa.
A su vez, Unidas Podemos logra la victoria en 56 de los 8.131 municipios de España. Llama la atención la irrupción de Teruel Existe, que suma un escaño en el Congreso de los Diputados tras convertirse en primera fuerza política en 40 de las 236 localidades que conforman la provincia de Teruel. Por su parte, Más País se aúpa únicamente al primer puesto político en tres municipios de la Comunidad Valenciana, donde Compromís concurría en confluencia con la formación liderada por Íñigo Errejón.