Pablo Iglesias deja la política. Así lo ha anunciado después de que Isabel Díaz Ayuso haya doblado sus resultados y que su candidatura no haya alcanzado los resultados previstos.
"No contribuyo a sumar, no soy una figura política que pueda contribuir a que los próximos años nuestra fuerza política consolide su fuerza institucional", ha asegurado el líder morado en una comparecencia para valorar sus datos.
"Cuando uno deja de ser útil tiene que saber retirarse", ha señalado Iglesias, apuntando a Yolanda Díaz como nueva líder morada y a Isa Serra como líder de filas del partido en la Asamblea de Madrid.
Iglesias, que ha mejorado el resultado de su formación en tres escaños -de siete a diez- ha apuntado que su presencia no ha servido para movilizar a la izquierda y que, al contrario, ha servido como "chivo expiatorio" que generaba animadversión en la derecha.
"Que te hayan convertido en un chivo expiatorio hace que tu papel para mejorar la democracia en tu país se vea limitado y movilice lo peor de los que odian la democracia", ha indicado.
Es por esto que, leyendo los datos, Pablo Iglesias ha anunciado su intención de dejar todos sus cargos y abandonar la política "entendida como de partido".
La dimisión llega tras constatar el fracaso de la izquierda a la hora de construir una mayoría alternativa "para armar un gobierno decente de izquierdas de la Comunidad de Madrid". Si bien ha asumido su mal resultado, ha señalado al PSOE por haber "perdido muchos escaños" y también ha felicitado a Más Madrid, el partido fundado por su excompañero Iñigo Errejón. "Aunque la suma de todas las izquierdas sea insuficiente, es un resultado magnífico", ha subrayado.
Entrando en los resultados, el líder morado ha lamentado "el éxito electoral de la derecha trumpista" y la "consolidación electoral de la ultraderecha", ya que ambas, a su juicio, son una tragedia para los servicios públicos. Eso sí, ha acatado el resultado "indudable" ya que "es lo que ha votado la ciudadanía con una participación histórica".
Yolanda Díaz: "Seguimos construyendo mirando al futuro"
La vicepresidenta tercera y sustituta de Pablo Iglesias en el Gobierno y sucesora 'in pectore' al frente de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, ha compartido su primera reacción a los resultados electorales y al abandono del líder morado de la política.
"Triste como millones de personas en todo el país. Nuestro país no se va a parar. Seguimos construyendo mirando al futuro", ha escrito en su cuenta personal de Twitter.
También la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha compartido un sentido homenaje hacia el líder político, que también es su pareja: "No olvidamos quienes somos, de dónde venimos y por qué estamos aquí. Gracias Pablo Iglesias. Seguimos".
El líder de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, apartado de la campaña por una intervención quirúrgica, también ha señalado que una de las "pocas certezas" que tiene es que "España es hoy un país mejor gracias a Pablo Iglesias". "Amigo y compañero, gracias por tu trabajo y tu firmeza en el compromiso. Salud y República", ha subrayado.
Iglesias se presentaba para movilizar a la izquierda
La presencia de Pablo Iglesias en la campaña madrileña se prometía como el principal revulsivo para una izquierda que concurría con el pie cambiado a las elecciones, después de intentar paralizarlas con unas mociones de censura que descartó la justicia.
De hecho, el anuncio del entonces vicepresidente segundo de que abandonaba el Gobierno al que tanto le había costado llegar para reflotar la candidatura morada a la Comunidad de Madrid fue otra intensa sacudida a la política del país.
"En política hay que tener valentía para dar las batallas que hay que dar", dijo el entonces ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, sabedor de que su partido se jugaba llegar al 5% de los votos -el límite para conseguir representación en la Asamblea de Madrid- y que de su candidata, Isa Serra, pendía la Espada de Damocles de la inhabilitación.
Pero la candidatura -que pilló por sorpresa incluso a su sustituta al frente de la Vicepresidencia,Yolanda Díaz- no debía estar demasiado madura: la intención de Iglesias era dejar el Ejecutivo en una fecha emblemática como el 14 de abril, pero la ley le forzó a salir quince días antes de lo previsto.
Durante toda la campaña Iglesias ha jugado al cara a cara con Isabel Díaz Ayuso. Lo hizo en un bronco debate electoral -el único en que participaron ambos candidatos- y ha seguido así hasta el último momento.
"El PP ha usado la región para hacer caer al Gobierno en un contexto de pandemia. Y ahora para seguir tienen que meter a los ultraderechistas violentos", ha señalado esta mañana.
La presidenta madrileña también entró al trapo: adaptó su lema hacia el "comunismo o libertad", con la entrada de Iglesias y aseguró que los españoles "le debían una" por sacar a Iglesias del Ejecutivo de Sánchez.
Sin embargo, este cuerpo a cuerpo no ha sido suficiente. Iglesias solo ha conseguido 259.826 votos, el 7,21%, y 10 escaños, que ponen fin a una trayectoria política que estalló en las elecciones europeas de 2014 y sacudió el tablero con una onda expansiva hasta las madrileñas de 2021.