“Señoría, no tengo abogado ahora mismo. Es la realidad. ¿Señoría me deniega la palabra? Es que quiero recusar. Me tiene que dejar intervenir porque no tengo abogado”, insiste Silva ante el TSJM.
“Yo no le dejo intervenir. Lo que usted quiere es que yo le dé la razón y diga que no tiene abogado pero como precisamente es que no tiene razón, no le puedo dejar intervenir”, responde Arturo Beltrán, presidente de la sala, que acaba por declarar una suspensión de cinco minutos en el juicio.
A partir de ahí, Silva vuelve a mostrar su insistencia. “Señoría, ¿podría usar la palabra? ¿Me podría explicar por qué no o esto es un tribunal militar?”. Arturo Beltrán, con pasado en la judicatura militar, responde de nuevo: “Señor acusado le he expresado 50 veces por qué. Le advertimos de expulsión”, a lo que Silva reacciona: “¿Me va a expulsar señoría? ¿No debería usted dejarme aquí?”.
En ese momento, el tribunal se muestra tajante respecto al diálogo con el acusado. “No pienso mantener el más mínimo diálogo con usted. Usted no puede hablar”, sentencia el presidente de la sala; a lo que Silva responde con ironía: “Poder sí puedo, lo que pasa es que usted no me deja”.