Buscar trabajo a muchas empleadas del hogar les cuesta dinero, como afirma una de las afectadas, que cuenta cómo para ir a una entrevista del trabajo le exigieron realizar una prueba de COVID-19 pagada por ella. Un mínimo de 60 euros para que luego a lo mejor ni te cojan, como, finalmente, le pasó a esta mujer.
Es la enésima injusticia que denuncian las asociaciones de estas profesionales. "Es imposible hacerse una prueba en cada entrevista de trabajo", Carolina Elías, presidenta de SEDOAC, quien señala que "es completamente injusto y discriminatorio".
Tanta es su desprotección, que hasta se dan con un canto en los dientes cuando es el empleador quien les paga, pero realmente, poner como requisito una PCR a estas profesionales para trabajar es ilegal como explica Conchi Iniesta, secretaria general de USO-Madrid. Además, en el caso en el que se pacte su realización, quien tiene que pagar es siempre el empleador y deberá ser un acuerdo en el que no haya coacciones.