En 2008, el empresario David Merino filtró cómo actuaba la presunta trama corrupta de Francisco Granados y Marjaliza. Ante el miedo a que supuestas amenazas del propio Granados se hicieran realidad, Merino autorizó al sindicato Manos Limpias y al periodista Javier Chicote a grabar una conversación en la que contó todo lo que sabía. "Este grupo actuaba mucho en el norte de Madrid (...) También muchísimo en Valdemoro cuando era alcalde Francisco Granados".

Según Merino, el gran negocio era el cohecho: comprar suelo rústico previo acuerdo con personajes clave del Ayuntamiento a un precio bajo, sabiendo que después su valor se multiplicaría por 10 y hasta por 50.

Merino destaca que en esta trama había una auténtica ingeniería financiera que generaba dinero negro mediante infinidad de artilugios contables. "Lo más habitual y lo más requerido es el dinero negro, porque las transferencias o las facturas a través de otras personas son localizables, pueden tener un seguimiento. También se factura y se contrafactura a empresas de familiares".

Merino llega a señalar que había gente que cobraba por emitir facturas falsas, y que cuando había que dar dinero negro en mano: "quedas para comer o en un bar de putas... pero si lo das ahí, las putas se suelen llevar un cacho del sobre". Así lo contó Merino: una trama en la que todos sus participantes querían su 'cacho' del sobre.