España desplegará a partir del mes de abril y durante cuatro meses una batería antimisiles 'Nasams' en Estonia para la protección de su espacio aéreo, similar a la enviada a Letonia en junio del pasado año.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y su homólogo estonio, Janno Pevkur, han cerrado el acuerdo en un encuentro bilateral mantenido este martes en los márgenes de la reunión de ministros de la OTAN en Bruselas.
Robles ya avanzó hace un mes que España estudiaba "muy favorablemente" la petición de Estonia para el despliegue de esta batería antimisiles, que va a acompañada de un despliegue de unos 80 efectivos.
Según ha informado el Ministerio de Defensa de Estonia, el despliegue tendrá lugar el próximo mes de abril y se prolongará durante cuatro meses, mientras el país espera la llegada de sus propios sistemas de defensa aérea.
"El flanco oriental de la OTAN ha crecido significativamente durante el último año. Teniendo en cuenta la necesidad de llenar este vacío crítico en nuestras capacidades de defensa aérea de mediano alcance, estoy muy contento de que hayamos llegado a un acuerdo con España sobre el despliegue de su sistema de defensa aérea terrestre de mediano alcance", ha explicado el ministro estonio.
Según ha recordado, Estonia, Letonia y Lituania hicieron una propuesta en la OTAN para establecer un modelo de rotación de defensa aérea, similar a la misión de policía aérea en el Báltico que lleva años funcionando.
Estonia también espera aprender "detalles tácticos" del despliegue español -que se ubicará en la base de Ämari bajo el mando del Mando SACEUR de la OTAN- para el uso de un sistema de defensa aérea de medio alcance y su integración con otros sistemas de defensa aérea.
Este sistema estará además vinculado con el desplegado desde hace más de seis meses en Letonia y ambos formarán parte de la defensa aérea y antimisiles del flanco oriental de la OTAN, reforzado desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania hace un año.
Desde el inicio de la ofensiva militar, España ha incrementado los efectivos en Letonia -han pasado de 350 militares a 600-, multiplicado las misiones de policía aérea en el Báltico y el Mar Negro y una aportación naval permanente en las misiones de la OTAN en el Mediterráneo.